En este artículo, exploramos cómo transformar la curiosidad y los diferentes comportamientos en el aula en herramientas para el aprendizaje. En Milton Education, creemos que la curiosidad es fundamental para generar un aprendizaje significativo. Nuestra misión es transformar la educación en un espacio atractivo y creativo donde cada estudiante se sienta empoderado para explorar y descubrir… Según un estudio de Edutopia, fomentar la curiosidad en el aula puede aumentar la participación de los estudiantes y mejorar el aprendizaje significativo. Nuestro eslogan, «Curiosity is our playground,» refleja nuestro compromiso de nutrir mentes curiosas y alentar a los estudiantes a hacer preguntas que conduzcan a una comprensión más profunda. En ocasiones, algunas perspectivas tradicionales pueden etiquetar ciertos comportamientos como indisciplina o desobediencia, nosotros en cambio, los vemos como oportunidades de crecimiento y creatividad en el aula. Veamos y analicemos algunos de los más frecuentes:
Levantarse sin justificación aparente:
Cuando los/las estudiantes se levantan sin un motivo concreto, puede reflejar su deseo de participar y compartir ideas. En lugar de reprenderlos por levantarse, el equipo docente puede utilizar estos momentos para aprovechar y potenciar aquel estímulo que les hizo ponerse de pie. Por ejemplo, si un estudiante se levanta para mirar una exhibición en clase o para mostrar entusiasmo por un proyecto, los/las profesores/as pueden reconocer su curiosidad y redirigirla de manera positiva. Podrían decir: «¡Gracias por tu entusiasmo! Compartamos lo que estás notando con la clase. ¿Cómo se relaciona esto con lo que estamos aprendiendo hoy?» Al valorar su curiosidad, los/las maestros/as no solo validan el deseo del estudiante de participar, sino que también los alientan a expresar sus pensamientos y observaciones. Este enfoque transforma lo que podría parecer un comportamiento disruptivo en un momento de aprendizaje colectivo, fomentando una atmósfera que celebra la participación activa.
Hablar cuando otros están hablando
Cuando el alumnado habla mientras otros están hablando, a menudo se ve como un comportamiento disruptivo. Sin embargo, también puede deberse a su emoción por contribuir. En lugar de sofocar este impulso, los educadores pueden alentar a los estudiantes a “susurrar” sus pensamientos en sus manos o escribirlas en una hoja de papel, permitiéndoles expresar sus ideas sin interrumpir la conversación y así poder guardarlas para más tarde. Esta estrategia permite a los/las estudiantes compartir su entusiasmo mientras respetan el flujo de la discusión. Además, crear «momentos para compartir» estructurados después de las lecciones les da a los/las estudiantes la oportunidad de organizar sus pensamientos, reforzando la comunicación respetuosa mientras nutren su curiosidad.
No seguir las instrucciones al pie de la letra: atendiendo a la diversidad
Los/las estudiantes que no siguen las instrucciones con precisión pueden ser vistos como no conformistas, pero a menudo reflejan su deseo de expresarse creativamente. Por ejemplo, si se les pide escribir una historia corta que cumpla con un recuento específico de palabras y un estudiante crea un dibujo en su lugar, añadiendo solo unas pocas oraciones, un/una docente podría responder: “¡Me encanta tu ilustración! Aunque no alcanzaste el recuento de palabras, ¿puedes describir qué está sucediendo en tu imagen en inglés?” Este enfoque anima a los/las estudiantes a articular sus pensamientos y proporciona una oportunidad para practicar sus habilidades lingüísticas mientras valoran su expresión creativa. Esto fomenta la propiedad y profundiza el compromiso con el idioma, demostrando que la creatividad puede coexistir con el seguimiento de instrucciones.
En Milton Education, reconocemos que lo que puede parecer un comportamiento indeseable puede ser, en realidad, una manifestación de curiosidad y creatividad o simplemente una manera diferente de hacer las cosas. Al replantear estos comportamientos como oportunidades de exploración, podemos cultivar un ambiente en el aula que valore las mentes curiosas y el pensamiento innovador. Fomentar la curiosidad no solo enriquece la experiencia de aprendizaje, sino que también se alinea con nuestra misión de empoderar a los/las estudiantes en sus trayectorias educativas. Abrazar los comportamientos en el aula y la curiosidad impulsa la creatividad de los estudiantes y enriquece la educación. Si quieres explorar más sobre cómo fomentar la creatividad en el aula, visita nuestro artículo Game-Based Learning vs. Gamification.